CARTA DE AGRADECIMIENTO A LAS FAMILIAS

C. P. Germán Fernández Ramos

Villar Pando, Oviedo

Junio de 2010

Queridas familias:

Les escribo para agradecerles que su hijo/a haya participado en el club de lectura a lo largo de este curso. Esta experiencia puede llevarse a cabo gracias a que ustedes han valorado positivamente este trabajo que venimos desarrollando y no podemos sino manifestarles nuestro agradecimiento.

Aunque vuestros hijos/as ya sepan leer solos/as, no los/as abandonéis, seguid compartiendo tiempo de lectura con ellos/as y facilitándoles libros interesantes para su edad. Leed juntos, contad historias, buscad tiempo… merece la pena. La lectura es uno de los mayores placeres que existen para un niño que ha participado en nuestro club de lectura y es interesante continuar estimulándola durante toda la vida.

Teniendo en cuenta que sus hijos/as el próximo curso se van al instituto y dejarán de participar en el club de lectura les animo a facilitarles lecturas en este tiempo para que no dejen de cultivar ese hábito lector que tanto nos cuesta conseguir al profesorado y tan fácilmente se deja si no hay estímulos.

Podría proporcionarles una guía de posibles lecturas para el verano o el próximo curso o por si se acerca un cumpleaños y no saben qué regalar, pero creo que en esta fase en la que van a entrar es fundamental que sea el niño/a quien elija los libros que desea leer. Un libro es siempre un tesoro a estas edades y hay que continuar cultivando el placer por la lectura. Llevar al niño/a a una librería o biblioteca frecuentemente y permitirle seleccionar un ejemplar que le atraiga no cuesta mucho esfuerzo y puede hacerles mucho bien. Les animo a continuar apostando por el aprendizaje lector de sus niños/as.

De nuevo, muchas gracias por permitir que su hijo/a haya participado del club de lectura. Para mí ha sido una experiencia realmente gratificante.

Un cordial saludo,

Carmen Álvarez Álvarez

Coordinadora del club de lectura


La despedida del Club

La despedida del Club
Foto de grupo el día de la graduación

lunes, 10 de noviembre de 2008

Mal de Escuela

Mal de Escuela (FAMILIAS)
En el Club de Lectura de familias vamos a leer este libro. ¡Comienza a hacer comentarios!

8 comentarios:

GRANDES LECTORES dijo...

RESUMEN
Este año comenzaremos con este autor (Pennac) del que ya hemos leído en el Club "Como una novela". "Mal de escuela" es un libro en clave literaria sobre la escuela, el alumnado, el profesorado y las familias, escrito a partir de la experiencia del propio autor, como el zoquete que fue en su infancia y adolescencia.

Grandes Lectores dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Grandes Lectores dijo...

"Cada anochecer de mi infancia, regresaba a casa perseguido por la escuela" (página 21)
¡Que maravillosa frase para pensar un poco en todos esos niños para los que la escuela es una pesada carga! Buena para nosotros los profesores, obligados, entre otras muchas cosas, a ponernos en el lugar de quienes tienen dificultades para aprender, y las padecen! ¡Y qué buena también para esos padres cuyos hijos son excelentes alumnos y, por ello, quieren más cantidad de conocimientos y más deprisa, sin reparar en el valor de caminar todos juntos, sin dejar atrás definitivamente a los más rezagados!
José María

20 de noviembre de 2008 13:38

Grandes Lectores dijo...

Puede interesaros a las familias más preocupadas por la cuestión de la lectura:
http://web.educastur.princast.es/proyectos/abareque/scripts/leemos_al_familias.php
José María

Grandes Lectores dijo...

La frase que ha aportado José María es evidentemente una frase "maravillosa" para reflexionar.Pero sigo leyendo su comentario y veo un frase que aún me lleva más a la reflexión "ponernos en el lugar de quienes tienen dificultades para aprender,y las padecen".Tanto a padres como a colegas les invito a reflexionar sobre la práctica de la empatía.Una gran habilidad que muchos no practican...
El libro me está sorprendiendo muy gratamente.Acabo de leer el capítulo 7 de la tercera parte y no he podido quedarme a solas con lo que he leído.Quiero compartir con vosotros la comparación tan maravillosa,para mí, que hace entre la naturaleza de una clase y la de una orquesta.Tiene relación con lo que ha dicho José María:si somos capaces de encontrar esa "armonía", no hay posibilidad de que se queden rezagados.
Por cierto, he de confesar...que yo también fui una "zoquete",¿por eso me gusta tanto?
LARA

Grandes Lectores dijo...

No sé si el sentido que tiene para nosotros la palabra "zoquete" es el mismo que tiene en francés. La Real Academia dice que zoquete es la "persona tarda en comprender", por eso yo no me puedo creer que el Pennac que tan bien comprende hoy la realidad de la enseñanza, y que tan magníficamente la expresa, haya sido realmente un zoquete alguna vez. Yo creo que seguramente fue un mal estudiante, pero eso es otra cosa. Se puede ser muy inteligente y al mismo tiempo mal alumno. Además hoy sabemos que no existe una sola inteligencia sino muchas, de manera que se puede ser brillante en unos campos y más bien torpe en otros. Aunque la conozco menos, casi me atrevería a decir de la compañera Lara lo mismo que digo de Pennac.
Y de despedida, otra frase para ayudarnos a cuidar el trato que dispensamos a nuestros alumnos e hijos:
"En la sociedad actual un adolescente convencido de su nulidad es una presa" (página 70)

Carmen Álvarez Álvarez dijo...

Si tuviese que destacar algo del libro no señalaría unas frases, sino la ilusión con la que Pennac ha embriagado cada una de sus páginas, ilusión que sólo transmiten los grandes maestros, ilusión que a su vez les estimula día tras día en su trabajo creando "magia" en sus aulas, esa magia que es la esencia de la pedagogía, una magia transformadora como la que invade las páginas 194 y 195 cuando Pennac nos señala el poder de la palabra cuestionando las marcas juveniles o como la que asocia a su propia biografía cuando habla de sus "profesores salvadores", quienes creyendo en él no le abandonaron y le estimularon a superarse y a transformarse a sí mismo. ¡Qué poco se habla de esta magia en las facultades de educación, en los libros de pedagogía, en la investigación, y ¡cuán importante es para dotar de sentido a la educación!
Carmen

GRANDES LECTORES dijo...

ACTA DE LA SESIÓN
En esta reunión estuvieron seis madres, cuatro profesoras y los dos coordinadores. Habíamos leído el libro Mal de Escuela de Pennac. En un primer momento se organizó un turno de intervenciones para hablar y opinar en términos generales sobre el libro. En esta primera aproximación podía verse una división importante de opiniones. En líneas generales las madres vinieron más bien a señalar que no les había gustado y entre los profesores hubo divergencia. Una parte mostró abiertamente mucho agrado con la lectura y otra parte decepción. Entre quienes argumentaron que no habían disfrutado con la lectura señalaron que se trataba de un libro duro, difícil de leer, denso, largo, repetitivo y sin tema claro que enganchase a seguir leyendo. Hubo quien dijo que no lo recomendaría a otras personas. Quienes se mostraron más favorables al mismo destacaron que contenía frases que dan juego para pensar cosas, la escasa confianza que todos mostraban en “el zoquete”, lo bien escrito que está y el hecho de que habla de lo que los educadores no se atreven a hablar, de los fracasos educativos. Cabe destacar el caso de dos de las profesoras del grupo que no habiendo disfrutado con la lectura veían cosas positivas en ella (tal vez porque son profesionales del ámbito de la educación) como el reparto de responsabilidades que hace al hablar del fracaso escolar.
A continuación, se inició espontáneamente un coloquio en torno a temas educativos de muy diversa índole destacando como temas principales los siguientes:
- Preocupación de las familias por los estudios de los hijos.
- Expectativas de las familias sobre el futuro de los hijos.
- Fijar límites a los hijos en la adolescencia (para salir, por ejemplo).
- El problema de las drogodependencias.
- Cómo trabajar en las aulas algunos de estos temas.
Tras esto se presentó y se entregó el próximo libro a leer, que será El maestrante, de Armando Palacio Valdés.